Calefacción para tu camper

Ahora que comienza el frío y tras la fuerte inversión que es la compra (o reforma) de un Camper,  autocaravana o furgoneta, necesitamos ampliar su uso fuera del periodo estival, pero sin una buena calefacción tal vez podamos ampliar su uso a primavera u otoño (con ayuda de la calefacción del vehículo). Pero ¿y cuando hace frio de verdad ? ¿y en invierno?, puedes prolongar la temporada de disfrute junto a tu familia, gracias a un buen sistema de calefacción estática para Camper.

Hay una gran variedad de calefacciones con fuentes de energía diferentes como puede ser gas, diésel o eléctricas, que harán que puedas viajar y alargar la temporada más allá de las fechas de sol, calentado el interior de tu Camper hasta la temperatura que desees. También existen sistemas combinados de calefacción estacionaria con calentadores de agua sanitaria.

Al margen del combustible utilizado, el funcionamiento es bastante similar, un elemento que se calienta y produce calor y el aire mueve ese calor por el habitáculo. El principio de funcionamiento es simple, el calor generado por la combustión de gasoil (gas o electricidad) calienta un radiador, que a su vez calienta el aire de dentro de la caravana o camper. Este aire puede circular por convección  o bien es forzado a moverse por una turbina, que mediante unas tuberías lo distribuyen por todo el vehículo.

IMG_2170En CamperLeón nos decantamos por una calefacción estacionaria a gasoil, ya que permite tener el interior del vehículo caliente durante toda la noche sin necesidad de tener el motor arrancado y usando, como combustible, el gasoil del propio vehículo y la batería auxiliar, ahorrando la necesidad de llevar bombonas para el gas externas o tener que conectarte a la electricidad de los campings.

Su funcionamiento se basa en lo siguiente:

El aparato tiene una cámara de combustión dentro de un bloque metálico. Utilizando como combustible el gasoil del propio vehículo, se genera una llama controlada. Fuera de este bloque metálico hay un soplador que hace circular el aire del interior del vehículo; como el bloque metálico (disipador) está caliente, el aire que pasa a través de él se calienta.

El aire de la combustión no entra en ningún momento en contacto con el aire del habitáculo del vehículo. Es por este motivo por el que el aparato dispone de dos tuberías que siempre están en el exterior del vehículo, una para la admisión de aire para la combustión y la otra para la expulsión de los gases de escape.

La calefacción de aire trabaja independiente de los conductos de calefacción del vehículo. Toma aire frío del habitáculo o del exterior, lo calienta y lo conduce hacia el interior.

Sus posibilidades de instalación son muy flexibles, pudiendo instalarse perfectamente tanto en la parte interior como en el exterior del vehículo, sin afectar significativamente a su estética.